Nunca cierro nada, ni siquiera mi puerta. Tengo libros y títulos en la cabeza que probablemente no tenga tiempo de escribir, pero en nuestra obra debe de haber algo inacabado… como esa línea interrumpida que los alfareros mexicanos dejan en sus dibujos, para impedir que el espíritu quede prisionero.

Marguerite Yourcenar