Todo hombre es en sí un continente, no una isla. El deseo del hombre es deseo del otro. Por ello, cuando alguien cae, caemos todos con él. Por ello ninguna tragedia es concebible en solitario, llovida del cielo. Es más, la soledad es imposible: está poblada de fantasmas. Y viceversa, de mi tragedia tu oscuridad emana. No eres un hombre, estás marcado por la oscuridad. Por no haberte arriesgado a perder el sentido, he aquí que careces de él. Lo dijo Derrida: “Todo poema corre el riesgo de carecer de sentido, y no sería nada sin ese riesgo.”

Uno de mis poetas preferidos.