P.: ¿Tiene poemas inacabados que retoma de vez en cuando?
R.: No tengo muchos, no. Por lo general, un poema inacabado en mi caso es algo que conviene descartar. Si contiene algo bueno que pueda aprovechar en otra parte, prefiero tenerlo en mente que guardado en un cajón. En el cajón se conservará intacto, mientras que en el recuerdo se irá transformando en otra cosa. Como ya he dicho, “Burnt Norton” nació de unos pasajes de Asesinato en la catedral que tuve que eliminar.

Entrevista con T.S. Eliot (“The Paris Review”. 1953-1983)