Se siente lo que se piensa, y a veces se piensa lo que se siente, y casi siempre se escribe lo que se piensa que se siente.

Todas las cosas en el universo se ordenan de nuevo con cada persona, en función del poder que ejercen en ella.

La ironía no seca nada: no quema más que las malas hierbas.
En las áreas en las que nos ocupamos, la comprensión sólo se produce en forma de relámpagos. El texto es el largo trueno que los sigue.
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