[…] No le hablé de la novela para la que acababa de esbozar unas primeras notas. El título (luego se titularía Todo lo que hay), Toda, provenía de los símbolos en clave que Victor Hugo usaba en sus cuadernos para ocultarle su agitada vida sexual a Juliette Drouet, de quien fue amante muchos años. Junto al nombre o las iniciales de una mujer, señalaba con una N, que significaba desnuda, y con otra cosa las caricias; Suísses, para los pechos, y así, en una especie de orden ascendente. Para el acto completo, escribía toda. Había alguna nota prácticamente a diario.
