Marianna Defilippis, muda por amor
Nació en Turín en 1952. Tuvo un único amor, el primero. Lo conoció la tarde del 21 de septiembre de 1969 en una fiesta de cumpleaños, lo besó tras las puertas chirriantes del portón de casa y vivió de golpe el colmo de la felicidad. No podía dormir. Cogió papel y pluma para escribir su primera carta de amor pero tropezó con las palabras. «¿Enamorada?» Teatral. «¿Amante?» Grotesco. «¿Amiga?» Falso.
Otras no se le ocurrían. Al alba, decepcionada por una lengua tan poco amorosa, perdió el habla. Murió en febrero de 2002, por un tumor de colon, sin haberla recuperado.
Eugenio Baroncelli. Doscientas sesenta y siete vidas en dos o tres gestos