He admirado siempre a los escritores que cada día emprenden un viaje hacia lo desconocido y sin embargo están todo el tiempo sentados en una habitación. Las puertas de sus cuartos están cerradas, nunca se mueven, y sin embargo el confinamiento les proporciona una absoluta libertad para ser quienes deseen ser, para ir donde les lleven sus pensamientos.
Enrique Vila-Matas