Contra la amenaza constante de la barbarie, contra la cultura del aturdimiento y el ruido, los lectores constituimos una especie de secta de secretas maniobras cuyos miembros se reconocen tácitamente en el barullo de un autobús o en la placidez de un parque: sabemos que ese libro que leemos puede revelar otro mundo y que sólo es necesario abrir la primera página. Quizá algún día sólo sobreviva en nuestra memoria
Gabriel Insausti. El porvenir de la lectura
(A través de Bulevar literario)