Describo un mundo en el que la literatura está completamente ausente. Desde que nací hasta los 16 años nunca leí. Leer era, de hecho, un síntoma de afeminamiento. Son cosas que fomentaban aún más la exclusión. Que te guste la escuela, someterte a su disciplina, también era cosa de maricas. Hay una especie de desajuste entre el sistema escolar y los hijos de clases populares. Se encuentran en el mismo espacio, pero no hablan el mismo idioma.
Édouard Louis, joven autor de Para acabar con Eddy Bellegueule, Salamandra