El bloqueo del escritor

Cada mañana me siento religiosamente a mi mesa, cada día me quedo sentado durante ocho horas, y todo cuanto hago es eso: permanecer sentado. Al cabo de cada una de estas sesiones de ocho horas, no he escrito más que tres frases que, por otra parte, he de tachar antes de dejar mi mesa sumido en una completa desesperación… Sólo una resolución feroz y la movilización de todas mis fuerzas me permiten controlar un furioso deseo de darme de cabezazos contra la pared. Me gustaría gritar y echar espumarajos de la rabia, pero no me atrevo a abandonarme a este impulso, pues temo despertar al niño y alarmar a mi mujer…

 ConradJoseph Conrad

(Parece que Hemingway se salto la tapa de los sesos por la presión de un persistente bloqueo)

Esta entrada fue publicada en El oficio de creador y etiquetada , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario