La vida humana es el mayor derroche económico de la naturaleza: cuando parece que podrías empezar a sacar provecho a lo que sabes, te mueres, y los que vienen detrás vuelven a empezar de cero. Otra vez enseñarle al niño a andar, llevarlo a la escuela y que distinga una circunferencia de un cuadrado, el amarillo del rojo, lo sólido de lo líquido, lo duro de lo blando. Eso me lo enseñó él (su padre). La vida, derroche.
Si para algo sirve el dinero, es para comprarles inocencia a tus descendientes.
