Macondo

 

Escribe García Márquez al inicio de Cien años de soledad:

Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.

Macondo es trGarcía Márquezasunto de su tierra natal Aracataca. El origen de esta palabra, Macondo, lo relata el escritor en sus memorias, Vivir para contarla:

El tren hizo una parada en una estación  sin pueblo, y poco después pasó frente a la única finca bananera del camino, que tenía en nombre escrito en el portal: Macondo. Esta palabra me había llamado la atención desde los primeros viajes con mi abuelo, pero solo de adulto descubrí que me gustaba su resonancia poética (…) Nunca se lo escuché a nadie ni me pregunté siquiera qué significaba…Lo había usado ya en tres libros, como nombre de un pueblo imaginario, cuando me enteré en una enciclopedia casual, que es un árbol del trópico parecido a la ceiba, que no produce flores ni frutos y cuya madera esponjosa sirve para hacer canoas y esculpir trastos de cocina. Más tarde descubrí en la Enciclopedia Británica que en Tanganica existe la etnia errante de los makondos y pensé que aquel podría ser el origen de la palabra. Pero nunca lo averigüé ni conocí el árbol, pues muchas veces pregunté por él en la zona bananera y nadie supo decírmelo. Tal vez no existió nunca.

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