Ayer noche vi a Louis y me dio vergüenza. Tiene el valor de escribir y yo no me atrevo. ¿Qué es lo que me falta? Y, sin embargo, cuántas cosas bullen en mí y reclaman cristalizar en el papel. ¡Tengo miedo! Tengo miedo de que al poner por escrito la frágil y fugaz idea la eche a perder, le dé la rigidez de la muerte, como esas mariposas a las que se extienden las alas sobre la mesa y que solo son bellas cuando vuelan.
Diarios
